Un ratito cualquiera en IKEA

Ikea

Ikea shopping

Empezaré por decir que nunca me ha gustado demasiado ir a IKEA, por el jaleo de gente que se junta, el agobio que me produce ver tantas cosas juntas y el esfuerzo que es en encontrar y comparar tantos articulos, .. que si etiqueta para arriba y etiqueta para abajo…. preguntar es complicado.. y por último. .busca en el en el pasillo x.. altura y.. al final. . no resulta ni tan sencillo como lo pintan y mucho menos tan barato.

Ayer después de trabajar me acerqué en un ratito a comprar un encargo de nada que me habían pedido, lo había visto en la web, sabia que tenían unidades, incluso llevaba revisado el nombre y anotado el número para que no hubiera problema y fuera lo más rápido posible.

Una vez allí, sin saber como te ves envuelta en su exposición, en su enormes pasillos repletos de decoración, pasas de una sección a otra, mirando impasible tantos miles de accesorios perfectamente colocados, ofertas que se clavan en tu cabeza, cosas que sin necesitar, te enganchan y sin saber como, terminan en esa enorme bolsa amarilla que habías cogido solo por si acaso y que cuando quieres darte cuenta se ha llenado de utensilios que nunca habías pensado en adquirir.

¿Engaño? ¿Mentira? …. simplemente Marketing en estado puro

Esos días en que sales con disposición, sin poner freno a las circunstancias que la vida diaria te ofrece, sonidos que que escuchas y te cambian la actitud, olores percibidos que provocan recuerdos, sabores que al degustar nos transportan, regalos que palpar .. pueden terminar engañándote, jugando con tu ingenuidad y llevarte a donde no te habías parado a pensar.

Me encantan esos días en que me dejo llevar.. sin prisas, sin jaleo de gente por todas partes… Probablemente me toque volver a IKEA a descambiar la mitad de las cosas que no me hacen falta, por ser prudente, consciente y atender a la realidad.. pero puede también que me las quede solo por el mero hecho del buen rato que pasé..  Da igual. .